martes, 27 de enero de 2015

RESILIENCIA: SALIR FORTALECIDO DE LAS ADVERSIDADES

En el año 1997, una cinta italiana recibió el premio Oscar como mejor película extranjera, nos referimos a La vida es bella. Guido, un italiano judío de muy buen humor, se sobrepone a una y otra de las adversidades que le pone la vida en tiempos de guerra. Así, acaba en un campo de concentración nazi con su pequeño hijo, donde no pierde su sonrisa ni siquiera en el último instante cuando es conducido al paredón.

La condición humana, innata o no, de salir fortalecido de las adversidades o hacer provecho de ellas, se repite en todas las sociedades de todos los tiempos. La reconocida doctora en psicología y especialista en Programación Neurolingüística (PNL), Jazmín Sambrano, escribió un libro sobre esta particularidad que se conoce con el nombre de Resiliencia y la define así: “…transformación positiva de las adversidades en fortalezas y te da la esperanza para volver a empezar con la energía del aprendizaje regenerador”.

Saltar hacia arriba
El término proviene del latín “resilio”, que significa dar un salto hacia arriba. La psicología lo toma prestado para definir esta capacidad que tienen algunas personas para sobreponerse a muertes o períodos de dolor emocional (despedidas por viajes, despechos, pérdida de empleos, etc.). Se corresponde con el principio de entereza.

El concepto se profundizó al trascender al conductismo con las investigaciones del etólogo Boris Cyrulnik, quien amplió esta definición observando a los sobrevivientes de los campos de concentración, los niños de los orfanatos rumanos y los niños bolivianos en situación de calle: “La Resiliencia es la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves”.

PERSONALIDAD RESISTENTE

Todos los seres humanos estamos expuestos a situaciones adversas al estrés, a la falta de amor, al maltrato. Algunas personas sucumben, evidenciando trastornos y desequilibrios. Otros sacan fuerzas de sus flaquezas y superan la situación, los resistentes: de ellos podemos decir que tienen un gran sentido de compromiso, una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y están más abiertos a los cambios en la vida, a la vez que tienden a interpretar las experiencias estresantes y dolorosas como una parte más de la existencia.

La doctora Sambrano clasifica en tres (3) grandes grupos a este tipo de personas: el que está relacionado con lo emocional, que involucra lo individual y lo social; el de aspecto cognitivo, que involucra la capacidad que tiene el ser humano para resolver los inconvenientes, para tomar decisiones apropiadas y establecer prioridades; y finalmente, el que integra la parte de los valores y las normas.

En el ámbito gerencial, los resistentes o resilentes, como también se les llaman, son considerados personas con una condición positiva para ser líderes de equipos o triunfar en sus propios proyectos. Tenemos, por ejemplo, el caso de los vendedores a quienes una primera negativa de un cliente puede servir de inspiración para no darse por vencido y acometer con mucho más entusiasmo su próxima negociación.

LA RESILIENCIA EN EL CINE

El cine, especialmente el hollywoodense, tiene un extenso inventario de títulos donde los protagonistas terminan convirtiéndose en héroes al superar todas las adversidades individuales:

Aquí te recomiendo sólo tres de las más significativas para mí:

En busca de la felicidad (2006). Basada en la historia real de Chris Gardner y protagonizada por Will Smith.

Patch Adams (1998). Otra historia real basada en la vida de este doctor.

Forrest Gump (1994). La historia de ficción de un personaje con cierto retraso y protagonizada por Tom Hanks.

Lic. Jesús Rafael Monascal


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