En el año 1997, una cinta
italiana recibió el premio Oscar como mejor película extranjera, nos referimos
a La vida es bella.
Guido, un italiano judío de muy buen humor, se sobrepone a una y otra de las
adversidades que le pone la vida en tiempos de guerra. Así, acaba en un
campo de concentración nazi con su pequeño hijo, donde no pierde su sonrisa ni
siquiera en el último instante cuando es conducido al paredón.
La condición humana, innata
o no, de salir fortalecido de las adversidades o hacer provecho de ellas, se
repite en todas las sociedades de todos los tiempos. La reconocida doctora en
psicología y especialista en Programación Neurolingüística (PNL),
Jazmín Sambrano, escribió un libro sobre esta particularidad que se conoce con
el nombre de Resiliencia y la define así: “…transformación positiva
de las adversidades en fortalezas y te da la esperanza para volver a empezar
con la energía del aprendizaje regenerador”.
Saltar hacia arriba
El término proviene del
latín “resilio”, que significa dar un salto hacia arriba. La psicología lo
toma prestado para definir esta capacidad que tienen algunas personas para
sobreponerse a muertes o períodos de dolor emocional (despedidas por viajes,
despechos, pérdida
de empleos, etc.). Se corresponde con el principio de entereza.
El concepto se profundizó al
trascender al conductismo con las investigaciones del etólogo Boris Cyrulnik,
quien amplió esta definición observando a los sobrevivientes de los campos de
concentración, los niños de los orfanatos rumanos y los niños bolivianos en
situación de calle: “La Resiliencia es la
capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar
de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de
traumas a veces graves”.
PERSONALIDAD RESISTENTE
Todos los seres humanos
estamos expuestos a situaciones adversas al estrés, a la falta de amor, al
maltrato. Algunas personas sucumben, evidenciando trastornos y desequilibrios.
Otros sacan fuerzas de sus flaquezas y superan la situación,
los resistentes: de ellos podemos decir que tienen un gran sentido de
compromiso, una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y están
más abiertos a los cambios
en la vida, a la vez que tienden a interpretar las experiencias estresantes y dolorosas como una parte más de la existencia.
La doctora Sambrano
clasifica en tres (3) grandes grupos a este tipo de personas: el que está
relacionado con lo emocional,
que involucra lo individual y lo social; el de aspecto cognitivo,
que involucra la capacidad que tiene el ser humano para resolver los
inconvenientes, para tomar decisiones apropiadas y establecer prioridades; y
finalmente, el que integra la parte de los valores y las normas.
En el ámbito gerencial, los
resistentes o resilentes, como también se les llaman, son considerados personas
con una condición positiva para ser líderes de equipos o triunfar en sus
propios proyectos. Tenemos, por ejemplo, el caso de los vendedores a quienes
una primera negativa de un cliente puede servir de inspiración para no darse
por vencido y acometer con mucho más entusiasmo su
próxima negociación.
LA RESILIENCIA EN EL CINE
El cine, especialmente el
hollywoodense, tiene un extenso inventario de títulos donde los protagonistas
terminan convirtiéndose en héroes al superar todas las adversidades
individuales:
Aquí te recomiendo sólo
tres de las más significativas para mí:
En
busca de la felicidad (2006). Basada en la historia real de
Chris Gardner y protagonizada por Will Smith.
Patch
Adams (1998). Otra historia real basada en la vida de
este doctor.
Forrest
Gump (1994).
La historia de ficción de un personaje con cierto retraso y protagonizada por
Tom Hanks.
Lic.
Jesús Rafael Monascal
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estén pasando momentos difíciles.